Las máquinas aprenderán a tomar decisiones y a realizar todas las labores intelectuales del cerebro de una persona.
La inteligencia artificial, a través del uso de algoritmos, permite que las máquinas imiten las conexiones y los procesos cognitivos que tienen lugar en la mente humana.
La inteligencia artificial, a través del uso de algoritmos, permite que las máquinas imiten las conexiones y los procesos cognitivos que tienen lugar en la mente humana. Es capaz de almacenar datos, analizarlos y tomar decisiones, además de aprender de la experiencia y de intercambiar información para ayudar a las personas en sus vidas cotidianas.
El sector que está teniendo resultados más impresionantes es el de la inteligencia artificial predictiva, que hace posible «ver el futuro» y tiene aplicación en múltiples campos. Se implantará en todo tipo de actividades y servicios. Gracias a la presencia de sensores en la ropa, por ejemplo, e incluso dentro del cuerpo, los historiales médicos estarán constantemente actualizados y monitorizados. Estos datos serán analizados por algoritmos predictivos, y en caso de producirse cualquier alteración en los parámetros –ritmo cardíaco, presión arterial, nivel de azúcar en sangre…–, esta tecnología podrá prever los problemas de salud mucho antes de que las personas noten síntoma alguno.
A diario, las formas de inteligencia artificial con las que se interactúa más a menudo son aquellas dedicadas a la búsqueda de información, análisis de textos, clasificación y resumen de resultados; al reconocimiento de patrones del habla –los asistentes virtuales de Apple, Amazon o Google–; a la automatización de procesos mecánicos en ambientes industriales; y a la adaptación de diversos parámetros a los gustos del consumidor, teniendo en cuenta la experiencia previa del usuario –como en el caso de Netflix–.
Así, Manuel Fuertes, presidente del Grupo Kiatt, asegura que el diagnóstico médico, la gestión de los valores económicos en bolsa, el comercio, las leyes, la industria pesada o la logística y el transporte son algunos de los ámbitos que más han experimentado la aplicación de la inteligencia artificial a los procesos o servicios.
Microsoft, Apple o Google compiten en un mercado que podría alcanzar los 50.000 millones de dólares. Asimismo, Fuertes sostiene que estas empresas no sólo batallan a través de desarrollos llevados a cabo por sus departamentos de I+D, sino con la adquisición de pequeñas start-ups que desarrollan algoritmos para ejecutar procesos muy específicos. «El reto de estas grandes compañías es integrar esas pequeñas inteligencias artificiales en una más grande capaz de desarrollar varios procesos complejos a la vez», agrega.
Futuro
Microsoft, por ejemplo, quiere democratizar la inteligencia artificial para que todo el mundo pueda beneficiarse de ella. De hecho, ya ha comenzado a aplicarla a cada dispositivo y aplicación. Al margen de la conocida Cortana, otra herramienta que permitirá «inyectar» inteligencia artificial a productos y servicios de uso diario es Microsoft Graph, una estructura inteligente que ayuda a conectar personas, conversaciones, proyectos y contenido dentro de la nube de la empresa. «Con esa visión de aportar inteligencia artificial al día a día de las personas, a finales de este mismo año lanzaremos la actualización Fall Creators Update para Windows 10, que hará uso del potencial de la nube y de la inteligencia artificial para hacer más fácil la vida de los usuarios, permitiendo continuar con las tareas que estén realizando de un dispositivo a otro», asegura Ángel Sáenz de Cenzano, director de la división de Plataforma, Desarrollo e Innovación de Microsoft Ibérica.